Dulces


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                                                                       Pastela
    Ingredientes
Para el relleno:
4 muslitos de pollo
1 kg de cebollas
100 g de mantequilla
100 g de azúcar en polvo 
250 g de almendras (opcional) 
una cucharada sopera de ras el hanout
6 huevos duros
Perejil
Cilantro 
Sal
Pimienta 
Azafrán
Para la masa de hojaldre:
4 láminas de Pasta filo
Preparación:
Dora el pollo en aceite, previamente desmenuzado y resérvalo en un tazón.
Fríe las cebollas, el perejil, el cilantro, la pimienta, el azafrán y la sal molidas (también puedes añadir comino o cúrcuma) y una cucharada sopera de ras el hanout.
Cuando esté dorada la cebolla deja reposar y pon a enfriar la salsa para que adquiera más consistencia.
Añade el pollo a la salsa, y deja mezcla enfriar.
Calienta la masa de hojaldre en una sartén previamente untada con mantequilla.
Pastela marroqui de pollo 2
Agrega la salsa sobre el molde recubierto por una lámina de pasta filo, y para cerrarla coloca encima las dos laminas de pasta filo restantes.
Deja hornear unos 30 minutos y antes de servir se espolvorea con azúcar glas y canela.
Anímate a preparar este plato tan rico y típico de la cocina marroquí y dinos qué te ha parecido.
Ah! y si le has cogido el gusto a la comida árabe aquí te sugerimos esta suculenta receta de empanadillas árabes.

                                 Resultado de imagen de chebakia DE MARRUECOS
                                                    Halwa chabakiya
Ingredientes
– 1 sobre de levadura Royal
– 250 gr. de harina
– 100 gr. de almendras tostadas
– 75 gr de sésamo tostado (más lo que consideréis para espolvorear)
– 1 cucharadita de canela
– 50 ml. de agua de azahar
– 1 cucharadita de anís en grano
– 1 huevo
– 1 cucharada de vinagre
– 25 gr. de mantequilla
– 50 ml. de aceite de oliva
– 100 ml. de agua
– Aceite de girasol
– 500 ml. de miel


Preparación
Comenzaremos con la masa, siendo necesario preparar debidamente todos los ingredientes que la van a componer.
Por un lado molemos las almendras (que compraremos tostadas y sin piel) en una batidora hasta hacerlas puré (o de lo contrario quedarán trozos grandes y luego no podremos estirar bien con el rodillo). Por otro hacemos una pasta con las semillas de sésamo tostadas, echándolas al vaso de la batidora junto con un buen chorreón de aceite y anís en grano.
Seguidamente añadimos en un cuenco las almendras hechas puré, un huevo, canela y una cucharada de vinagre, mezclándolo todo con un tenedor. Posteriormente agregamos la pasta de sésamo, aceite y agua de azahar (ese último ingrediente valorable si queréis proporcionar matices pero prescindible si no lo tenéis en casa). Removemos todo.
Echamos la mezcla en un bol y le incorporamos la levadura y después la harina, bien tamizada y añadiéndola poco a poco mientras que amasamos y nos aseguramos que se integre, o correremos el riesgo de enfrentarnos a una masa llena de grumos con la que no seremos capaces de lidiar.
¿Cómo se hace chebakia? En primer lugar debemos realizar la masa
A continuación la colocamos en la encimera, agregamos poco a poco el agua y seguimos trabajándola durante al menos 15 minutos. Os advierto que habrá momentos en los que penséis que os está quedando pegajosa pero no os preocupéis: amasando con cariño y paciencia volverá a tener una textura normal.
Sobre este último paso habrá quien tenga la iniciativa de no incorporar agua porque aprecia que la masa ya está bien ligada; si tomáis esa decisión os aseguro, con casi toda probabilidad, que al freír os quedará demasiado crujiente y seca.
Una vez lista hacemos una bola con ella y la envolvemos en un film, dejándola reposar al menos 30 minutos, incluso metiéndola en el frigorífico si como yo os ha entrado el arrebato de hacerlas en Sevilla en plena ola de calor.
Pasado el tiempo de reposo extendemos bien y dividimos en tres partes para que resulte más cómodo. Nos quedamos con el trozo que vamos a trabajar en primer lugar y lo estiramos con el rodillo (o mejor con una máquina de pasta si la tenéis) hasta dejarlo lo más fina posible.
Posteriormente realizamos rectángulos de unos 6 cm. aprox., y en el interior de cada uno 4 cortes paralelos que no lleguen a los bordes, tal y como ilustra la foto siguiente. Podéis realizar este proceso de forma mucha más cómoda y certera si disponéis de un cortador específico de chebakias.
Aprende con nosotros a hacer chebakia. Receta sencilla apta para principiantes
Ahora llega la parte más complicada con diferencia: darle la forma. Es un proceso que necesitará de vuestra paciencia  y de decenas de chebakias descartadas (menos mal que la masa se puede reutilizar).
Colocamos sobre la palma de nuestra mano el rectángulo, y con el dedo índice separamos las tiras alternativamente (una arriba, otra debajo, etc.). A continuación dejamos las de los laterales fijas y plegamos las interiores hacia adentro, como si fuera un calcetín. Finalmente aplastamos los extremos y abrimos un poco las tiras. La forma final debería ser parecida a la de una rosa.
Mientras, ponemos aceite de girasol a fuego fuerte para que se vaya calentando, y en una cacerola miel a fuego medio-fuerte. A medida que las vayamos haciendo las incorporamos a la sartén. Es importante dejarlas el tiempo justo, para que no queden secas o demasiado crujientes, por lo que en cuanto estén doradas las sacaremos y echaremos directamente en la cacerola, dejándolas reposar con la miel caliente al menos cinco minutos.
Finalmente las colocamos en un plato, espolvoreamos sésamo tostado por encima y ya estarán listas! Ya sólo quedará optar por guardarlas en un tupper en una estantería bien visible y sucumbir a la tentación, a un ritmo de una chebakia cada quince minutos, o quedarnos con cinco o seis y repartir el resto entre vecinos y amigos. En vuestra conciencia dejo qué decisión tomar.
La chebakia marroquí tiene, entre otros, sésamo, miel y mantequilla
Algunas recomendaciones
– La miel es importante que no tenga aroma (tomillo, romero, etc.) o alteraremos el sabor final.
– Si no tenéis almendras o queréis probar una variación sustituid los 100gr de almendras por 75gr de piñones. De igual manera, los piñones deben estar tostados previamente a molerlos.
– Si la miel no es de vuestros ingredientes favoritos, siempre podéis rebajarla con algo de agua o sencillamente barnizar por encima en lugar de introducir las chebakias en ésta.

– Están mucho más ricas de un día para otro!
                                               

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